Las mascarillas FFP2 son ahora las grandes protagonistas. Todo empezó con la decisión de varios países europeos de hacer obligatorio el uso de este modelo de protección ante el coronavirus por el aumento descontrolado de los casos de Covid-19 por la tercera oleada. Son el tipo que más capacidad de filtrado tiene, por lo que las gotículas contaminadas tiene menos opciones de expandirse, aunque siempre hay que colocarla de forma correcta para no seguir contagiando.